jueves, 24 de enero de 2013

Inkarri, en el solsticio de verano


El 21 de diciembre del 2012, día del solsticio de verano, cuando el sol sale desde el punto extremo del sur este, el grupo Waka Pacha, liderado por el Arq. Ángel Contreras instaló la Casa del Origen, un diseño contemporáneo  inspirado en la esencia de la arquitectura y el arte del Perú  Milenario. Se trataba de  mostrar simbólicamente el  renacimiento de nuestra verdadera arquitectura en medio de un espacio actual, de la ciudad de hoy, hecha a imagen y semejanza de ciudades del hemisferio norte, en medio del bullicio, del concreto y del vidrio. Con la colaboración de la Arq. Judith Miranda, se hicieron estas tomas para mostrar este momento  tan significativo.


Inkarri, la casa del origen en pleno Parque Keneddy de Miraflores, el mundo de nuestras culturas ancestrales que renace , invita a los ciudadanos del siglo 21 a experimentar el recorrido por este singular objeto.

El modelo reducido de la casa del origen en madera, junto a una reproducción cerámica, la vinculación  entre  el espacio para vivir y los objetos utilitarios.

Se colocaron objetos cerámicos de diversas culturas, para  demostrar la continuidad en el tiempo y el espacio de nuestra cultura, o  eran  pueblos aislados, había conexión e intercambio entre ellos, los conocimientos se compartían y fueron acumulándose hasta llegar al Tawantinsuyo.

Los ceramios que se colocaron al interior, para poder mostrar todas las posibilidades de colocar objetos, representan también la conexión  directa con nuestras culturas ancestrales,  es el compromiso de continuar con lo que se hizo hace mas de 500 años .
El barro que cubre la estructura interna de madera, caña y soga, moldeado a mano, tiene aun las huellas de quienes experimentamos formar  estos muros a pulso, es  sin duda el testimonio de trabajar con nuestros materiales y nuestros brazos.

Los planos horizontales y verticales, suben y bajan  recordando  la morfología de los andes,  se acercan y alejan como las montañas entre los valles y quebradas, es el espacio nuestro que se recrea al interior, es la experiencia del habitante milenario que reproduce su cosmos exterior al interior de la casa del origen.




La casa del origen, a diferencia de la arquitectura  actual hecha principalmente para verse de afuera, se desarrolla del interior al exterior, a diferencia del uso del concreto y el vidrio, se materializa  del barro y el agua, de la caña y la soga, elementos  tan cercanos, tan nuestros. Las formas externas invitan a entrar  al espacio central al corazón de la casa, el lugar del encuentro entre  el ser humano y su esencia  su origen, su ser milenario, auténtico, único, conectado con el cosmos.

Para construir la casa del origen, se elaboraron previamente maquetas a una escala menor, eran modelos de estudio para poder manejar adecuadamente las fuerzas, la resistencia de los materiales, el reto fue formar una estructura  que permita materializar  la casa, empleando  madera y caña, materiales nobles, flexibles, al alcance del ser humano. La experiencia ordenar los elementos  hacer de todos uno. 

Igualmente interesante fue transferir los espacios y volúmenes que originalmente fueron hechos en arcilla a la madera, tallar o esculpir en un material mas resistente, los espacios interiores , como para sentir la misma experiencia que tuvieron nuestros mayores al crear volúmenes y espacios en piedra.


Posteriormente se dió el paso de llevar de la escala de maqueta a una escala humana (aun reducida) que permita experimentar realmente  este conjunto de formas que contienen el espacio interior. 

El espacio interior permite también una relación con el espacio exterior, lo de dentro se comunica con lo de fuera, la composición de volúmenes entrantes y salientes  permiten  una composición de luz y sombra muy interesante.

Los nichos y espacios entrantes, permiten colocar diferentes objetos utilitarios, en esta instalación se ha colocado de manera simbólica algunos objetos cerámicos y textiles que nos recuerdan las culturas ancestrales.

El Arquitecto Contreras, explica a cada visitante el propósito de la muestra,  responde pacientemente  a las preguntas de los que se acercan y  muestra la casa del origen, invitando a los que así lo deseen a recorrerla y experimentar  las sensaciones que produce. 

El ingreso denominado "Kapac ñan", es el camino que ingresa a manera de rampa, partiendo a su vez el volumen en dos, generando los espacios opuestos y complementarios, duales que son los que mueven el mundo según la cosmogonía andina.

La Arquitecta Miranda ubicada en el centro del espacio interior, en el ombligo o eje el "Qosqo" de la casa del origen, un punto a partir del cual se puede aprehender  el total espacio y el volumen. Es el lugar que recibe toda la energía de la casa.



INKARRI, la casa del origen, un pabellón diseñado por el grupo Waka Pacha en Perú


    

     INKARRÍ, la Casa del Origen, es un pabellón de arquitectura diseñado por la agrupación Waka Pacha como modelo de referencia arquitectónico de vanguardia. Inkarri abraza los valores del patrimonio histórico de las culturas milenarias del Perú con el objeto de generar una visión de futuro para la arquitectura contemporánea.

       Waka Pacha ha identificado la necesidad de un nuevo referente cultural que facilite reencontrarnos con el origen de las culturas del país a través de la arquitectura. La existencia del Inkarrí está asociada con el rescate del origen de nuestra identidad, el renacimiento de la belleza en la tradición y el entendimiento de nuestras culturas milenarias. 

       Inkarrí se presenta como un vínculo con nuestra historia con el propósito de generar una nueva visión del pasado no como algo antiguo y de otro tiempo, si no como un umbral que se proyecta hacia nuestro presente y futuro. Si Machu Picchu trasciende es porque cumple con estos valores y especialmente porque cobija al hombre y su sociedad multicultural  acorde a la naturaleza.

      En la arquitectura del Inkarrí se funden todas las artes para recuperar los conceptos de la arquitectura Inca. Waka Pacha ha utilizado las herramientas de la arquitectura moderna  y la experiencia  forjada en el conocimiento de los Incas con el objetivo de manifestar su valor y el aporte de las culturas milenarias al desarrollo de la arquitectura contemporánea.

         El Inkarrí tiene vocación de proyectar la arquitectura del Perú a la escena internacional para establecer un diálogo con otros referentes culturales. En ese sentido, Inkarrí realiza un guiño histórico, por así decirlo, al Pabellón de Barcelona de Mies van der Rohe como hito en la arquitectura modernista, o a la Villa Savoye de Le Corbusier, quien se inspiró en la arquitectura griega para plantear una nueva arquitectura moderna, ámbos manifiestos nacidos en  Europa   con referentes culturales muy particulares.



Inkarri, la casa del origen en el Parque Kennedy de Miraflores desde el 21/21/2012

     Para los ciudadanos que buscan la sabia con la intención de desarrollar la sociedad y la ciudad, Waka Pacha distingue Cinco Puntos en la construcción de una arquitectura moderna: 

        Primero, el Machu Picchu es la ciudad ideal que existe y no es utopía, es autosostenible, es ecológica es plenamente contemporánea. 

         Segundo, La Pakarina es el origen de toda naturaleza y toda arquitectura. La identidad de la sociedad y de la arquitectura. Sin la Pakarina es difícil desarrollar, pues la Pakarina permite identificar la arquitectura acorde a la naturaleza de las culturas. 

        Tercero, Waka es el espíritu de la naturaleza, entender la Waka significa entender  el espirítu de la tierra, el espíritu de los cerros, del árbol, de la piedra, del agua y de todo elemento natural en nuestro contexto. Comprender la Waka es sinónimo de entender la naturaleza y por ende respetarla. 

        Cuarto, Ayni es el fundamento que hace mención de la labor en conjunto de la sociedad para lograr arquitectura trascendental. 

     Quinto, Katari (dar, recibir y reciprocar) es el vínculo entre la naturaleza y la arquitectura, es decir la reciprocidad entre el hombre, la sociedad, la ciudad y la madre tierra.



       De este modo, la sabia de la arquitectura milenaria se focaliza en comprender la naturaleza y adaptarse sabiamente a ella. El espacio del Inkarrí es creado a semejanza del espacio de la naturaleza. Su geometría conforma un espacio central de congregación, un espacio de libertad y paz, donde la tecnología y la cultura no agrede a la naturaleza, si no al contrario, se reconforta en ella. Este espacio central retoma el fundamento de la Cancha, el lugar de reunión, el lugar de concentración para el intercambio de ideas en una sociedad multicultural.

        La composición geométrica se conforma de dos partes: La primera usa líneas rectas al interior desarrollando cuatro caras paralelas en una composición simétrica y asimétrica. La segunda usa curvas al exterior  para elaborar la cobertura que envuelve el pabellón. Ámbas son rectas y curvas fusionadas para dar luz a la creación de la forma y el espacio Inkarrí.  

       Es esta unión de las curvas,la expresión sensible de los patrones de belleza en las culturas milenarias, con las líneas rectas  que muestran el Yuku, los trazos armoniosos milenarios, que dislumbran el Katari como factor de proporción armonioso del Inkarri.

        Todo la estética del Inkarrí se hace presente al disfrutar del espacio arquitectónico: Esta narrativa comienza con KapacNam, el camino real, el umbral de ingreso que lleva al espacio de la luz y las sombras, que a su vez abre el acceso a la Cancha, el cual en su máximo nivel de expresión arquitectónica, llamamos Punchau Cancha, es decir, el refugio de la luz del sol y la luna, el lugar donde la luz y la sombra regocijan la vida humana para brindarle felicidad. 

     Son sus materiales y sus texturas el símbolo y la metáfora del entendimiento y de la adaptación armoniosas a la naturaleza. Mediante ellos, Inkarrí se convierte en un prototipo de tecnología que aprovecha la luz y la sombra para dar cobijo al ser humano de manera sostenible. Finalmente, el Inkarrí reintegra a la arquitectura el sentido de la Ticancha, la ornamentación, como sentido de estética  en el espacio arquitectónico.

        El Inkarrí es un edificio concebido en su estructura por los dones de la madera desarrollado con tecnología contemporánea y con criterios milenarios. Esta estructura es envuelta por tramas de soguillas a manera de Quipus que amarran toda la cobertura, la cual se recubre con yute y tierra en su desnudez más simbólica. La tecnología de los materiales permite mantener las propiedades poética-arquitectónicas de los materiales y, así, percibirlos en el espacio.

       El pabellón es símbolo de la relación Espacio-Tiempo en la arquitectura, donde la tecnología aplica diferentes herramientas en distintas épocas, pero con un mismo fin: desarrollar humanidad en armonía con las ciencias de la naturaleza. 

       Por ello, el Inkarrí es un espacio regulado por la fusión de dos elementos de vital importancia: La cruz del Sur (Chakana) y el Reloj. Estos elementos son sinónimos de un indicador constante en el desarrollo cultural y tecnológico de la humanidad.  Así, el Inkarrí se construye como una unión entre el pasado y el presente para representar la cultura peruana  de una manera universal.

     El pabellón que hoy se puede recorrer es un prototipo a pequeña escala. Waka Pacha está desarrollando relaciones con instituciones culturales y financieras para que el Inkarrí sea construido en su verdadera magnitud.
WAKAPACHA
                                                                                                                                                          21- 12- 2012








Pisac, la ciudad inka en forma de Perdiz - Arq. Alfredo Mujica Y{epez

Andenerías adaptadas a la topografía del terreno



Poblador de Pisac recordando las melodías incas.

Muros de piedra no labrada con nichos.

Muros labrados de gran calidad en la zona alta


Písac se ubica en el Valle Sagrado de los Incas en Cusco, el Pueblo de origen colonial se levanta sobre las andenerías incas  al borde del río sagrado.  Las construcciones  incas están en lo alto de la montaña, en diversos grupos de edificaciones, andenes, canales hidráulicos , etc.

En cuanto al nombre Písac, es una palabra que  deriva de la palabra en quechua "p'isaqa", que no es otra cosa que una variedad de perdiz (Nothoprocta ornata) muy común en la zona;  en efecto se ha podido observar que uno de los grupos de edificios en el cerro  tiene la forma de este ave.

Su ubicación es estratégica, entre el amplio valle sagrado  y una quebrada por la que se puede llegar a la región selvícola denominada "Antisuyo", este conjunto arqueológico además  de cumplir funciones residenciales religiosas y productivas, era un lugar con funciones militares para proteger la capital inca de posibles incursiones de las tribus  selvícolas, que según cuentan  antiguas tradiciones, podrían invadir zonas de sierra en busca de alimentos.

Una visita a este sorprende grupo arqueológico nos permitirá  ver la bien lograda integración de áreas construidas  áreas productivas (andenes) y áreas naturales. La armonía entre la naturaleza y la obra de los incas, una sabia lección de diseño que respeta el lugar.

Recintos con puertas y nichos trapezoidales

Uno de los torreones que existen en el lugar.

Estructuras organizadas en curva que representan  la perdiz
Imagen de la perdiz que da origen al nombre de Písac.


Aquí el video: