domingo, 22 de septiembre de 2013

Recorriendo el Koricancha, centro espiritual de la Ciudad Inca del Qosqo - Arq. Alfredo Mujica Yépez








Hace unos días, realizamos una breve visita a la Ciudad del Cusco, después de un viaje de trabajo por Chinchero, las pocas horas en la capital del Tawantinsuyo, nos alcanzaron para encontrarnos con el Koricancha, centro espiritual del Qosqo Inka, un espacio sagrado que conserva en sus piedras la grandeza del incario.

Fue muy grato constatar que este importante centro está muy bien conservado y cuenta con todas las facilidades para hacer grata y provechosa la visita de los miles de turistas que colman estos recintos llenos de historia y fuerza.

Para entender mejor la trascendencia del Koricancha, debemos recordar que  es parte de la capital Inka, de la Ciudad a la que Pachacuti Inka le dió la forma de un Puma, animal que representa al Kai-pacha  (aquí y ahora), el mundo  ubicado sobre el Ucku-pacha asociado al pasado y el mundo inferior, y que esta a su vez debajo del Hanan- Pacha o mundo superior asociado al futuro. 

Dentro de la configuración zoomórfica del Puma, el Koricancha ocuparía la zona donde se ubican los órganos sexuales del felino. Esta ubicación podría parecer extraña si la analizamos desde el modo de pensar occidental, pero si la entendemos dentro del pensamiento andino, veremos que  es una ubicación privilegiada, pues  la zona de los órganos sexuales representan el poder de procrear, de dar vida, de multiplicarse.



La Calle que une la actual plazuela de Limacpampa chico y  la plazuela de entrada al Koricancha, era el eje místico, por donde el Padre Sol (Tayta Inti), enviaba sus primeros rayos de luz y energía para que ingresen al recinto sagrado el día 21 de Junio, día de la mas grande fiesta Inca, la del solsticio de invierno.

La primera luz de ese día llegaba al recinto y lo iluminaba, el recinto solar lleno de energía comunicaba  esta a los jardines del sol que se ubicaban en el otro extremo, un gran muro curvado representaba la forma testicular  encargada de distribuir  esta energía sagrada a los jardines del sol, fecundando y bendiciendo a las imágenes de animales y plantas hechas en oro que allí se encontraban y representaban toda la riqueza del Tawantinsuyo.


El Koricancha estaba organizado en torno a un gran patio hacia el cual se alineaban los recintos del sol, de la luna, de las estrella del amanecer (Venus) , del Rayo (Illapa) y del Arco Iris (Kuichi). En conjunto representaba a todas las deidades del mundo superior o Hanan-Pacha.

Lo mas destacado en este lugar sacro es la calidad con la que  pulieron la piedra, obteniendo muros de gran grosor y un magnífico acabado, donde las juntas entre las piedras son tan perfectas que es imposible que ingrese una tarjeta de visita.   A continuación algunas de las fotos que son testimonio de la grandeza y majestad de estos recintos.

Reproducción del dibujo donde se representan las deidades de los tres mundos Hanan-Pacha, Kai-Pacha y Ucku-Pacha, las deidades del Sol y la Luna, el Arco Iris, etc. Se dice que esta es la representación de un altar del Koricancha.

Jardines del Sol, según Garcilaso de la Vega, aquí se tenían reproducciones en oro de todas las especies animales y vegetales del Tawantinsuyo, las que eran "fecundadas" por los rayos del Padre Sol, durante el solsticio de Invierno, desde el muro curvo que representaba el testículo de la ciudad Puma.

Protuberancias en el muro curvo del Koricancha, estas permiten ubicar mediante la sombra del mediodía los solsticios de invierno y verano y los equinoccios, para fines agrícolas y religiosos.

El Koricancha era el centro de mas de trescientos ejes sagrados o ceques ( según Tom Zuidema)  que concurrían en este espacio místico, la importancia del Koricancha como  centro o qosqo de una red de  espacios sagrados en todo el tawantinsuyo.
Representación de la Vía Láctea o río sagrado del cielo, donde la gran cantidad de estrellas que puede verse en los limpios cielos andinos, permite también apreciar los vacíos  donde se identificaban formas como la de una llama y su pastor, de una perdiz, de un sapo, etc. Estas formas se reproducían en pueblos ubicados a lo largo del rio sagrado del Kai- Pacha, el Wilcamayo.



Nicho y portada de forma trapezoidal, de acuerdo a la inclinación hacia el interior de los muros, se aprecian una seria de hoyos que se piensan servían para sujetar  algún tipo de ornamento sagrado.


Maqueta de reciente factura, utilizada para explicar la forma que tenía originalmente el Koricancha, recintos de piedra, techados con paja o ichu que rodeaban un espacio central.


Piedras donde se aprecia los canales tallados en bajo relieve que se practicaban a las piedras a fin de fijar unas con otras utilizando unos ganchos metálicos posiblemente de cobre o aleación.


Otras piedras donde se puede observar canaletas de drenaje para evacuar las aguas, según se dice.  Hay una zona en el Koricancha donde se observan diversas piedras con similares formas.


Vista del recinto denominado templo del rayo, se aprecia la gran calidad en el acabado y pulido de los bloques de piedra, formando un muro de gran belleza y fuerza.


Pequeña piedra ubicada entre dos piedras de gran tamaño, se desconoce el propósito de esta composición,  La piedra tienen un color mas oscuro por  ser frecuentemente  tocada por los visitantes.

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